Cicuta

Lucrecia era experta en la elaboración de estos fatales preparados para seducir y controlar a sus interlocutores. De esa receta, ahora redescubierta por nosotros, procede un extracto de perfume con poder hipnótico y magnético. Desde la primera fragancia, esta creación tiene la sutil capacidad de insinuarse en los pliegues de nuestras emociones, guiándolas hacia dimensiones oníricas. El perfume se abre con notas de naranja, clementina y bergamota suavemente envueltas en hojas verdes besadas por el rocío de la mañana. Gracias al bouquet de cítricos sicilianos bañados por el sol, la fragancia se vuelve compleja, descansando sobre la elegancia regia del absoluto de rosa búlgara y la rosa mosqueta, amorosamente abrazados en un lecho de cilantro mediterráneo y cedro libanés. La compleja poción hunde sus raíces en la persuasiva dulzura de las bayas de vainilla de Tahití y las flores de Madagascar, enfatizada y amplificada por el sutil poder del almizcle. Una fragancia que cautivará desde el primer momento, como el arma mortal de la seducción y la belleza atemporal.

NOTAS DE CABEZA: Naranja, Clementina y Bergamota

NOTAS DE CORAZÓN: Cilantro, Rosa Búlgara y Absoluto de Rosa

NOTAS DE FONDO: Baya de Vainilla, Flor de Vainilla, Viperina, Ámbar, Madera de Abedul y Almizcle