Los primeros “shows” tuvieron lugar en Nueva York, Londres y Milan, aunque para Miu Miu existe un antes y un después. Tras triunfar en la pasarela de Paris en 2003, toda la crítica especializada comenzó a tratar a Miu Miu no como la hermana pequeña de Prada, sino como firma independiente y rompedora de moldes.
Desarrolla su lado más intuitivo y sensorial, da pie a sus fantasías. Combina texturas de todo tipo: cuero, pieles y joyas junto con los estampados más juguetones como flores, animales y puntos. Un estilo que no solo es sofisticado y sensual, sino también de vanguardia que marca tendencias.
Su moda se describe como divertida, atrevida, colorista, peculiar, lujosa, extravagante y versátil. Sus fragancias son creaciones que giran en torno a aromas vintage con toques modernos.